¿Por qué debes participar en clase?

¿Te atemoriza dar tu opinión sobre un tema o responder una pregunta del docente? ¿Sientes nervios cuando el profesor te llama? Muchos estudiantes son invadidos por el miedo al momento de participar en clase y sienten que no pueden articular palabra. Para evitar esto es importante trabajar en nuestra autoconfianza y controlar nuestras emociones en esta situación.

Participar en clase tiene muchas ventajas, por ejemplo:

Reflejar tu interés por el curso:
Participar en clase te ayudará a que los profesores se acuerden de tu nombre o rostro y sientan que estás interesado en su curso. Así, podrás mejorar tus calificaciones y ser, en un futuro, asistente o ayudante de cátedra, así como colaborar con ellos en proyectos o investigaciones. ¿Lo crees imposible?

Asimilar mejor los conocimientos:
Intervenir en clase propicia el aprendizaje mutuo entre los alumnos y docentes, lo cual, favorece el intercambio de conocimientos del curso. El diálogo te permitirá recordar los temas al momento de estudiar y tener menores dudas mientras repasas. Además, la clase será más dinámica y entretenida.

Resolver dudas:
La participación en clase también implica preguntar al profesor sobre algún tema que no entendiste y, así, resolver tus dudas. Las preguntas propician la reflexión, favorecen la expresión oral y escrita, el pensamiento crítico, la atención y la creación de un ambiente idóneo para el aprendizaje.

Desarrollar habilidades comunicativas:
La comunicación y la escucha activa son habilidades que podrás desarrollar si participas en clase. Serás más desenvuelto al momento de expresarte de forma oral e irás perdiendo el miedo, poco a poco, a las temidas exposiciones. Esto te ayudará en tu vida personal, profesional y laboral.

¿Cómo vencer el miedo a participar en clase?
La primera clave es animarte a participar poco a poco e ir eliminando ese miedo mediante la práctica y mucha voluntad. Así te irás soltando, ganando confianza y liberando tus emociones negativas.
Otro punto clave es dejar de lado el temor a equivocarte. Cada persona tiene opiniones diferentes y, si fallas o tu postura no coincide con la de los demás, tranquilo. Cometer errores no es malo, al contrario, te ayuda a mejorar como persona y profesional.

También es importante leer, repasar e investigar días previos a la clase. A veces, el profesor pregunta sobre un tema ya explicado o alguno que aparece en tu sílabo. Si estudias antes, te sentirás más seguro de tus opiniones y participaciones.

Finalmente, puedes guiarte de las opiniones o posturas de tus compañeros para forjar tus propias ideas o crear nuevos argumentos que te ayuden a emitir tu propio punto de vista con base en ciertas referencias.